Libros para leer junto al fuego en invierno y a la sombra de un árbol en verano

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lunes, 16 de enero de 2017

ALEX de Pierre Lemaitre

Una novela negra, con algunas escenas muy intensas para estómagos fuertes. Y todo porque la narración de Pierre Lemaitre es tan perfecta que ha conseguido que mi mente imagine y visualice las escenas de manera demasiado real.
Va combinando los capítulos con las tramas de Alex y con las del policía, Camille. Que a su vez derivan en dos temas: rapto y asesinatos. Manteniendo de esta forma la intriga y la necesidad de ir avanzando en la lectura para saber como se va resolviendo cada situación.
Violencia, crueldad, destrucción, ensañamiento, brutalidad, venganza, justicia. Son parte de esta historia, donde se crea una situación víctima vs verdugo, pues no todo es como parece.
Hay bastantes referencias al libro anterior “Irene” (reseña aquí), pues lo que sucede entonces, cuatro años atrás, aún le pesa al comandante Camille Verhoeven, un hombre astuto e ingenioso, que vio modificada su vida personal y la laboral. Y ahora se enfrenta a sus miedos. Siendo el comisario Le Guen quien, sin forzarle, consigue que vuelva a formar equipo con dos de sus antiguos compañeros.
El título de la novela lo proporciona el otro personaje clave, Alex, es una mujer de 30 años, que trabaja de enfermera interina, está acomplejada, usa pelucas, se muda a menudo de casa, un poco porque esas variaciones de aspecto y de lugar son como cambiar de vida.
Como curiosidad me ha llamado la atención que en los agradecimientos finales, el autor, nombra a Antonio Muñoz Molina (entre otros escritores).
Tengo claro que tras estas dos novelas no voy a perderme las dos siguientes. Pues esta tetralogía es de las que enganchan.

Algunas frases del libro:
“La primera mirada es fundamental y debe ser panorámica, puesto que luego uno entra en los detalles, en los innumerables hechos, y se pierde la perspectiva.”

“Morir no es nada. Es peor aguardar la muerte.”

“La señal que puede salvarlo a uno llega en el momento en el que ya no se cree en nada.”

Contracubierta o parte de la misma:
La policía solo tiene de ella la descripción. Joven, tal vez en la treintena y –en eso han coincidido todos los varones que han presenciado lo ocurrido-- muy atractiva, cautivadora, una de esas mujeres de las que no se puede apartar la mirada. ¿Quizá por eso la han raptado? Trabajando contrarreloj, los investigadores identifican al secuestrador y descubren dónde la tenía prisionera... pero ella ya ha huido. Extrañamente, el caso empieza cuando debería haberse cerrado.
¿Quién es alex en realidad? Nadie lo sabe. Aunque la víctima frágil que se imaginaban... eso no. Ella es más inteligente que su verdugo. Ella no perdona. Ella no olvida nada ni a nadie.

Traducción de Artur Jordá

Otros libros de este autor reseñados en este blog: “Vestido de novia” (enlace aquí); “Irene” (enlace aquí)